26 enero, 2012
Le quiero.
No sé si es su mirada sincera, si son sus sonrisas perfectas, las cosas que dice, esa nariz respingona, esos gestos tan graciosos que hace, esas manos tan suaves que tiene, esas tonterías que dice, su forma de ser.. no sé que será lo que me tiene tan atada a él, puede que sea todo en general o nada en particular. Tampoco me voy a detener en pensarlo. En lo que si me tengo que detener a pensar es en qué tengo que hacer para no perderle, para que pueda ser feliz a mi lado, para que no se arrepienta de ningún segundo de su vida, para que me quiera más que ayer. Creo que nunca me he propuesto algo tan arriesgado, pero él será mi recompensa, y admito que vale la pena.
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